24 de noviembre de 2009

Un Cuento Electoral




"Algunos años después de comenzado el nuevo milenio, el país encontró en forma inaudita a un presidenciable desconocido y muy especial.

No había sido político, no tenía estirpe ni apellidos.

No usó canciones emotivas ni slogans sin sentido en su campaña.

No hizo actos eufóricos, no provocó la reacción de euforia en los mismos.

Apenas algún aplauso seco al final y el correspondiente agradecimiento de siempre a sus concurrentes.

Un perfil bajo, que nunca puso banderas, ni personajes históricos imperfectos en sus discursos.

Que jamás se quiso identifiar con otras figuras “históricas” de las cuales se reservaba opinión.

Un tipo que no estuvo pendiente de encuestas, debates ni enfrentamientos.

Nunca criticó a sus contendientes políticos.

Nunca comparó personas, gestiones ni credos.

Juan Perez se postulo a la presidencia, y se dedicó a pensar en los problemas del país y como encontrar la mejor solución a ellos.

Algunas cosas que decía no gustaban a muchos al principio.

Pero después, cuando lo pensaban mejor, sabían intimamente que Perez tenía razón.

Era un problema a solucionar, y la solución no siempre es buena para todos.

Dedicó su tiempo a ser muy concreto, a decir cuales eran sus propuestas y como era posible llevarlas a cabo.

No se hacía el fino, tampoco el campechano. Una persona normal, con vocación de servicio a su país.

Era Juan Perez, y quería solucionar los problemas de su país.

Juan era practico, y eso no gusto a muchos.

Por ejemplo, decía que la lucha de clases era inútil.

Si los obreros ganaban más, si la vida digna y las posibilidades eran para todos, habría mas ricos y menos ricos, pero no indigentes.



Si solamente trabajando se lograba una vida digna, para que una lucha sindical?



Siempre iban a existir más lindos y más feos.

Pero según el, no recordaba qe eso significara “lucha entre hermanos”.

Seguramente muchos lindos se cuidarían poco y muchos feos se cuidarían mucho. Y eso ya cambiaba las cosas.



A él no le parecía importante el tema, pero si alguien quería ser más rico o más lindo era posible lograrlo.



Sabía que había inadaptados como en cualquier especie animal. Pero decía que había que intentar mediante “posibilidades” hacer un cambio en el esquema.

Algunos especímenes no iban a lograrlo, pero la mayoría si.

Si el problema eran los sueldos bajos, simplemente proponía subir esos sueldos al triple o mas si fuera necesario.

Se apoyaba en que si esa gente podía gastar más, los comerciantes iban a vender más y por lógica obtener más ganancias para ellos y poder pagar tales sueldos.



Sabía que algunos estaban acomodados pero decía que en tres meses esa gente debía producir, dar servicios o estaba fuera.

No creía en los decretos de inamovilidad por parecerle estos un absurdo.



Que sentido tenía que un inútil por voluntad propia, ganara más que un ciudadano productivo?



No iba a dejar a nadie fuera, daría posibilidades de reinserción a esos inútiles y les garantizaba una vida digna y acorde, a sus capacidades y talentos.



No era muy original, según el mismo afirmaba. Eso estaba en la constitución de la República, pero solo faltaba aplicarse debidamente.

Nada nuevo.



El, afirmaba que las empresas que eran del estado, o sea de todo el pueblo, al no tener fines de lucro, y en muchos casos ser monopolios estatales, debían a la soberanía eficiencia de gestión y los costos más bajos posibles.



Si tenían competencia, debían cumplir el papel de regular los precios para que todas las necesidades del pueblo pudieran ser satisfechas.



Lo tildaban de proteccionista, pero no estaba de acuerdo en permitir que un productor dejara de recolectar su cosecha y la perdiese, solo porque algún país ofrecía el producto más barato apenas.



Proponía un estado omnipresente, donde se decretaban precios máximos al consumo de alimentos y bienes esenciales, dejando libre oferta y demanda de otros bienes o artículos de lujo, prohibía la especulación, determinaba los sueldos que necesariamente debían alcanzar para vivir y proponía el trabajo obligatorio.



La educación por ejemplo, recuerdo que decía que debía ser laica, gratuita y obligatoria, tampoco eso era demasiado nuevo.

Proponía escuelas de de doble turno y vacaciones más cortas.



El acceso a información plural y diversa era garantizado por el estado.

Los niños y los adultos debían formar su propia opinión de las cosas.



Quería gente que pensara y debatiera sobre el futuro para forjar un país mejor.



También en las escuelas se debían dar las diferentes versiones de la historia del país y como fue manipulada por cada poder de turno.



La salud estaba garantizada según el.

Quería desligarse de la organizaciones mundiales que dictaban las conveniencias de las grandes compañías farmacéuticas.

Los medicamentos debían pasar por estrictos controles y la aprobación de diferentes científicos, ser debatidos y autorizados por un colegiado médico que debía responder por sus acciones.



Solía decir: “Basta de tratamientos de por vida si existen las curas a las enfermedades”



Se preocupaba mucho del terrorismo.

Pero no de “ese” terrorismo solamente.

Se refería al terrorismo o terror, que solo implicaba crear miedo a las personas para dominarlas más facilmente. Proponía juzgar a los medios masivos que fomentaran esta práctica.



Quería que la gente recuperara los valores de honestidad y lealtad.

No quería religiones que insertaran miedos ni falsas promesas.

Quería un país justo.



Demostró que podía enfrentar el narcotráfico, era un tema de voluntad de hacerlo y de frenar la corrupción.

Sabía que se podía recuperar a los enfermos de drogadicción, e incluso planeaba legalizar algunas sustancias.



Siempre decía:

Jamás otorgar el rico patrimonio de los Orientales de manos de intereses corporativos internacionales.

Explicaba una y otra vez que el pueblo debía entender que esas corporaciones solo querían ganar dinero, y que las ventajas que prometían solo creaban una falsa sensación de escasez.



El suelo y las semillas eran para garantizar por siempre el alimento del pueblo.



Que pasó con Juan Pérez?

Final 01:



Perdió las elecciones. La gente no estaba preparada para escuchar a alguien que no tuviera un slogan emotivo y una canción emocionante como base de su campaña. Decían que era un tipo aburrido. A quien podía interesarle todo lo que decía?



Obtuvo muy pocos votos.



Final 02:



En urgentes comunicados, los dirigentes sindicales amenazaron huelgas, los capitales poderosos con retirarse del país y al final unidos lograron convencer a los empleados estatales de que estaban en peligro, a los medios de comunicación que perderían sus anunciadores (ellos) y se montó en pocos días una campaña que termino “demostrando que era un tipo peligroso”. El pueblo dijo: “mejor malo conocido…” tenía miedo otra vez, como siempre.



Final 03:



Había gran conmoción en las personas del país.

Estaban razonando que esto no era una utopía, que la solución siempre existió pero que habían sido rehenes de otros intereses que no eran el bienestar del pueblo.

No lo habían solucionado antes otros porque estaban sometidos o, simplemente no les convenía.



Las encuestas, y los encuestadores marcaban que era tal el favoritismo que ostentaba Juan Pérez que no podían creer que el 95% de los habilitados, lo fuera a votar. Debía ser un error.



Nadie sabe bien que pasó.

El día anterior a las elecciones, Juan Pérez desapareció.

Nadie sabe su paradero ni si está vivo o muerto.

Algunos dicen que se fue porque no podía cumplir con lo que prometía.

Aunque muchos sospechaban otra cosa.

Nunca más se supo de él.

El gobierno fue electo por un 5% de votos a favor y 95% de anulados.Todo siguió como hasta entonces y pronto olvidaron a Juan Pérez.

Siempre se olvidaban de todo después de las elecciones.



Final 04:



Tres días antes de las elecciones hubo un atentado que dejó muchos muertos y heridos. El pueblo se asustó y votó lo que le daba menos miedo. Otra vez el terror se apoderaba de ellos y los controlaba con esa “sensación” de seguridad. Juan Pérez perdió las elecciones, muchos lo culparon de esas muertes, argumentando que si no se hubiese metido a plantear cambios, los verdaderamente poderosos no hubieran actuado. Juan Pérez se defendió, diciendo que estaba en el pueblo decidir quien era poderoso, que el pueblo debía serlo, que la autoridad emanaba de él y que cualquier autoridad cesaba ante la decisión del pueblo. Fue enjuiciado por incitar a la violencia, y trató de explicar que no era así. Lo encerraron por loco, lo durmieron con tranquilizantes y en un error fue tranquilizado demás. Sus restos no se hallaron nunca. Algunos dijeron que tenía conexiones con terroristas que estaban en unas cavernas pero tenían celulares y pistolas. Podría tratarse de una nueva célula.



Solo ficción.



Un cuento electoral más a fin de cuentas, no?"

HLVB (de UruBlog.net )