Ojalá seamos dignos de la desesperada esperanza.
Ojalá
podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a
estar juntos, porque de nada sirve un diente fuera de la boca, ni un
dedo fuera de la mano.
Ojalá podamos ser desobedientes, cada vez que recibimos órdenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido común.
Ojalá
podamos merecer que nos llamen locos, como han sido llamadas locas las
Madres de Plaza de Mayo, por cometer la locura de negarnos a olvidar en
los tiempos de la amnesia obligatoria.
Ojalá
podamos ser tan porfiados para seguir creyendo, contra toda evidencia,
que la condición humana vale la pena, porque hemos sido mal hechos, pero
no estamos terminados.
Ojalá
podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar
de las caídas y las traiciones y las derrotas, porque la historia
continúa, más allá de nosotros, y cuando ella dice adiós, está diciendo:
hasta luego.
Ojalá
podamos mantener viva la certeza de que es posible ser compatriota y
contemporáneo de todo aquel que viva animado por la voluntad de justicia
y la voluntad de belleza, nazca donde nazca y viva cuando viva, porque
no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo. Eduardo Galeano OJALA NOS ALCANCE LA VIDA...
Gracias Hna. Mercedes