20 de marzo de 2010


Si digo pan
y mi poema no convoca
a los hambrientos a la mesa,
es porque la palabra ya no sirve
y la poesía exige otro lenguaje.


Si digo amor
y mi poema no provoca
una tormenta de besos y canciones,
es porque la palabra perdió su magia
y la poesía debe buscar una nueva voz.

Si digo vida
y mi poema no revienta
un alba de luceros y primaveras,
es porque la palabra quedó sin dioses
y la poesía debe estar al servicio del hombre.



Si digo libertad
y mi poema no revoluciona
la conciencia de los sedientos de paz,
es porque la palabra dejó de ser instrumento
y la poesía está obligada a cambiar de poetas.



Fragmento de: Poemas y Canciones de Amor y Libertad


Gilberto Ramírez Santacruz

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