"... Que te desespera? No te quedes en la dualidad. Despójate de lo caduco
y te sentirás libre...Hasta lo nuevo abandonarás,
es necesario despojarse de todo..." G.M.
y te sentirás libre...Hasta lo nuevo abandonarás,
es necesario despojarse de todo..." G.M.
Estaba despojada. Completa y enteramente Pero estaba entre dos aguas: sufrir -reir; amar-odiar; esperar-desesperar; querer vivir-querer morir... Entre lo negro y lo blanco. Entre la noche y el día, entre el silencio y el ruido; entre la vida y la muerte. Y cualquier extremo era perturbante.
Si pensaba en mi hijo (edad 15 años) Estado: miedo.
Y era como una tortura doble, la de él y la mía. ¿Cuando acabaría este desasosiego?.
Tendria que abandonar la dualidad.
Si pensaba en mi hijo (edad 15 años) Estado: miedo.
Y era como una tortura doble, la de él y la mía. ¿Cuando acabaría este desasosiego?.
Tendria que abandonar la dualidad.
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