28 de julio de 2009

50

Dentro de unas horas cumplo cincuenta años...Sin duda una vida, con sus aciertos y no tan ciertos, con su encuentro y sus desencuentros. Y me siento plena. Auténtica y conforme conmigo misma. Me siento avanzar, y a otros niveles, puedo escuchar a mi alma, dejo que me acaricie con su susurro, intento obedecer lo que ella manda. Atiendo sus leyes de alineación con el Centro. Hay frente a mi , a los lados y detrás un despliegue infinito de la vida. Encuentro lo que busco, Y mi sueño es mas claro: su tema es la conciencia. De alguna manera agrandarla, ampliarla y desde otra alcanzarla. Mis temas han cambiado. Mi pequeño yo no se molesta tanto. A veces anda disparado intentando recorrer caminos ajenos, cuando sabe, bien lo sabe que a cada uno le tocará su momento de despertar, ¿para que preocuparme por los que no alcanzan a ver como yo? Encontré mi ritmo, y cada célula obedece al mismo. Tengo claro el Origen. Tengo claro ese Centro que sigue siendo el amor pero desde otro ángulo, porque ahora estoy enamorada de la Vida, pero sin fanatismos, ni personalismos. Estoy enamorada de conocer, de saber, de encontrarme con el otro, con los mano a mano, con la sonrisa del “buen día”, con el olor a pasto mojado o el olor salado de océano, con la lluvia y con el sol. No los siento a los cincuenta, parece realmente que recién nazco para la Vida. Y estoy tan agradecida...De corazón. Estoy viviéndome. Quizás lo diría asi Salinas...Viviéndome es la palabra, porque no puedo expresar lo que mis sentidos con sus alertas me nutren. Tampoco puedo medir las experiencias diarias y hasta de en hora en hora que me suceden. Estoy grande, amplia, propia. Y tan serena. Con tanta paz, como jamás creí sentiría. Creo que estoy en la mejor etapa, viviéndome un proceso de renovación constante. Todo parece revestirse de algo nuevo y mágico. Todo tiene un sentido. Aparecen contornos jamás soñados, y se despliegan tan abundantemente las experiencias, como nunca me atreví a creer. Siento también, en parte la cosecha, estoy en la mitad, y muy atenta. El tiempo corre de prisa y yo me detengo apenas con una suerte de sorpresa. Y continuo. Sé que me espera más, mucho más. Mi cuerpo emocional a veces se tensa y se pregunta, si será siempre así... Y porque no lo fue antes... Vanas pre-ocupaciones pero, no me miento. Ayer era pequeña, miedosa, incrédula, sobre todo de mi misma. Hoy sé de mi fortaleza, donde ella se asienta, de esa gran fuerza que es el Espíritu, de esa gran voz que es la propia del alma del mundo que lo que desea es el orden, la paz y la alegría. Y también intento compartirlo, y aparecen nuevos personajes que vienen con sus historias de vida a ahondar más, si cabe, la cuestión humana... Digo así: cuestión, por tema y humana por ese magnifico ser que esta creado por los Dioses, que tiene a sus pies un planeta, que va aprendiendo con sus errores de la responsabilidad que es ser humano. Y es en este momento histórico de lo humano y de mi vida que observo y agradezco lo que me estoy viviéndome. No quiero pecar ni de auto-suficiente, ni de única, ni de egoísta. Sólo soy honesta, estoy conforme y alegre con lo que me toca vivir. Tengo los años justos para observar y detectar caminos y senderos. Sabiendo cuales merecen y cuales no ser recorridos. Soy también una huella en muchas vidas, y no de las más claras, tal vez indescifrables, pero en ella esta mi energía de vida y en ella me desdoblo prestándoles más vida. A pesar de los cincuenta, me siento capullo. Soy algo de gorrión, algo pequeño y fugaz. Sin embargo humana, miro y busco en mis hermanos, aquello que a mi me inspira: amar la vida y devolverle mi desaprolijada forma de amar, mi sueño de crecer para que otros también crezcan, mi apresurada marcha por nuevos caminos que sé están guiados por mis Custodios. No tengo estrella. Tengo más que estrellas. Tengo la impresión de estar siendo conducida por una cinta colorida que toma atajos increíbles. Y recorro en ella parte de lo no vivido y parte de lo que habré de vivir. Es como conquistar la atemporalidad.
Si seguramente mis cincuenta sean eso : atemporales. 24-2-2006

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